Mi nombre es Adrián, aunque según donde me hayas visto por primera vez me conocerás con ése nombre, o como otras personas me llaman: Barbé… pero de eso ya hablaremos un ‘poquito’ más adelante. 

¿Qué decir de mí? No me gusta ser centro de atención ni me gusta el narcisismo… pero mucho menos me gusta la falsa modestia. Así que, vamos para adelante: me considero una persona apasionada con lo que hago, la ilusión y las ganas de querer hacer las cosas BIEN (sí, en mayúsculas y en negrita), son el motor de mi vida. 

Siempre ando mirando al cielo en busca de nuevas ideas, de nuevos proyectos y sobre todo, de nuevos sueños. Ésa es la esencia que dejo en cada uno de los servicios que presto. De ahí que muchas empresas decidan trabajar de primeras conmigo y otras, decidan repetir 🙂

Me gustan las cosas bien hechas y sobre todo, me caracteriza mi amabilidad, mi respeto hacia los demás, la empatía y mi buen corazón. Me gustan las personas, y me encanta tratar a la gente igual que me gustaría que me trataran a mí. 

Me apasiona la vida y aprender cada día de ella. Me río y acepto el error como parte del proceso, eso es el aprendizaje que me hace crecer.